Mindfulness y Compasión

Componentes de la autocompasión

La bondad hacia uno mismo (loving -kindness) frente al juicio propio

Tratarnos a nosotros mismos con amabilidad, cuidado, comprensión y apoyo, tal como trataríamos a un buen amigo. La mayoría de las personas se tratan a sí mismas con más dureza, diciéndose cosas crueles a sí mismas que nunca dirían a los demás.”  “La compasión incluye el deseo y el esfuerzo por aliviar el sufrimiento. Hay un componente de acción en la autocompasión. Implica consolarnos, protegernos y apoyarnos activamente cuando tenemos dolor.

Humanidad Compartida versus aislamiento

  Ver nuestras imperfecciones como parte de la experiencia humana más amplia. También reconociendo que todo el mundo sufre.

Cuando luchamos o fracasamos, a menudo sentimos que algo ha salido mal, que esto no debería estar sucediendo. Esto crea una sensación de anormalidad (‘¡Me equivoco!’), lo que lleva a la vergüenza y al aislamiento.

Mindfulness

Saber que estamos sufriendo, mientras sufrimos. Este es un prerrequisito para que surja la compasión. Mindfulness nos permite dirigirnos hacia los sentimientos dolorosos y ‘estar con’ ellos tal como son.

 Mindfulness es un estado equilibrado de conciencia. No reprimimos ni evitamos lo que sentimos; Tampoco nos dejamos llevar por la dramática trama de lo que está pasando. Este proceso puede denominarse sobreidentificación.

Los tres componentes de la autocompasión pueden ser reformulados líricamente como amor (bondad propia), conectado (humanidad común), presencia (atención plena). Esto ayuda a los estudiantes a comprender cómo se siente el estado de autocompasión

El Yin y el Yang de la Autocompasión

La autocompasión puede ser entendida a través de dos aspectos complementarios e interdependientes, similares a los conceptos de yin y yang en la filosofía tradicional china. Estos dos aspectos representan cualidades aparentemente opuestas pero que juntas, forman una experiencia completa de autocompasión.

Yin de la Autocompasión

El yin de la autocompasión se refiere a estar con nosotros mismos de manera compasiva, ofreciendo consuelo, calma y validación. Es el aspecto más receptivo y reflexivo de la autocompasión.

  • Reconfortar: Implica consolar y apoyar nuestras necesidades emocionales, de la misma manera que lo haríamos por un amigo querido que está luchando.
  • Calmar: Significa ayudarnos a sentirnos mejor y más tranquilos, especialmente a nivel físico.
  • Validar: Consiste en comprender nuestra experiencia, encontrar palabras para describirla y hablarnos a nosotros mismos con amabilidad y ternura.

Una buena metáfora para el yin de la autocompasión es un padre acunando a un niño que llora. Cuando nos sentimos heridos o inadecuados, podemos relacionarnos con nosotros mismos de una manera tierna, validando nuestro dolor y aceptándonos tal como somos.

Yang de la Autocompasión

El yang de la autocompasión es el aspecto activo y dinámico que nos impulsa a protegernos, proporcionarnos lo que necesitamos y motivarnos para el cambio.

  • Proteger: El primer paso hacia la autocompasión es sentirse a salvo del daño. Proteger significa decir “no” a los demás que nos hacen daño, o al daño que nos infligimos a nosotros mismos.
  • Proveer: Implica darnos a nosotros mismos lo que realmente necesitamos. Esto requiere identificar nuestras necesidades, decir “sí”, y luego actuar para satisfacerlas.
  • Motivar: La autocompasión nos motiva como un buen entrenador: con aliento, apoyo y comprensión, en lugar de críticas duras. Nos ayuda a superar patrones de comportamiento que ya no nos sirven y a perseguir nuestros sueños y aspiraciones.

Una metáfora para el yang de la autocompasión es “Mamá osa”, que protege a sus cachorros cuando se sienten amenazados, los alimenta o está dispuesta a dejar un hogar cómodo en busca de mejores recursos. La autocompasión yang puede ser feroz, trazando límites, diciendo “no”, y defendiendo nuestras necesidades emocionales, físicas y espirituales. Utilizamos la crítica constructiva para motivar el cambio porque nos preocupamos por nosotros mismos y no queremos sufrir, no por miedo a ser indignos.

La Importancia de Equilibrar Yin y Yang

La autocompasión equilibrada reconoce cuándo necesitamos suavidad y cuándo es necesario actuar con decisión. La pregunta clave es: “¿Qué necesito ahora?” A veces, necesitamos estar de pie y actuar en el mundo con determinación, y en otras ocasiones, necesitamos volvernos hacia nosotros mismos con suavidad y ternura. A menudo, necesitamos ambas cosas.