Mindfulness y Compasión

Tareas para la semana.

1- Realizar practica informal pausa compasiva, una vez al día o ante alguna situación difícil o estresante.

2- Practicas de tacto compasivo.

3- Carta Compasiva desde la perspectiva de un amigo

Todos tenemos aspectos de nosotros mismos que no nos gustan, cosas que nos hacen sentir vergüenza, inseguridad, o que no somos “lo suficientemente buenos” (como un hábito poco saludable, un atributo físico, o una forma de relacionarnos con los demás). Cuando te encuentres siendo innecesariamente crítico contigo mismo, el siguiente ejercicio puede ayudarte a cultivar una voz más compasiva y alentadora.

Piensa en un amigo imaginario que sea profundamente amoroso, comprensivo y compasivo. Este amigo puede ver tanto tus fortalezas como tus debilidades, incluyendo aquellas partes de ti que no te gustan. Este amigo reconoce los límites de la naturaleza humana y responde con amabilidad, aceptación y perdón.

Escribe una carta a ti mismo desde la perspectiva de este amigo imaginario, centrándote en esa imperfección que tiendes a juzgar con dureza. ¿Qué te diría este amigo con su compasión ilimitada? Si crees que te sugeriría algunos cambios, ¿cómo lo haría de manera que exprese cuidado, aliento y apoyo?

Después de escribir la carta, déjala a un lado por un tiempo.